La prehistoria, a hora y media de tu casa en La Manga Club

Cuevas prehistóricas, a hora y media de tu casa en La Manga Club
Foto: Modes Rodríguez

Cuando hablamos de Murcia siempre nos viene a la mente la huerta, el mar, el sol, los campos de golf… Pero, ¿sabías que no muy lejos de tu casa en La Manga Club hay multitud de cuevas de lo más diversas y heterogéneas? Prehistóricas, junto al mar o en la montaña, para pasear con niños o solo aptas para los más expertos espeleólogos… son muchas las cuevas en esta región. La de la Horadada, la del Mediodía, la de Neptuno, la del Agua, la de Zaén, la de La Risca, la del Calar, la de Milano… todas especiales, todas dignas de conocer y, sobre todo, todas murcianas. Hoy conoceremos las Cuevas Zaén y Bajil de Moratalla en un viaje que nos llevará atrás en el tiempo hasta la Edad de los Metales.

Las Cuevas de Zaén y Bajil, un valioso hallazgo arqueológico

Las Cuevas Zaén y Bajil se encuentran en la comarca de Moratalla, un enclave muy especial por su gran valor paleontológico y geológico: por allí pasaba el llamado Estrecho Norbético que unía Mediterráneo y Atlántico y, claro, grutas, fósiles y oquedades dan buena muestra de ello. ¿Habías pensado en tu propiedad en La Manga Club con esta perspectiva histórica? Pues bien, las cuevas de Zaén, que ya fueron habitadas en la Edad del Bronce, se siguen utilizando a día de hoy para proteger el ganado y nos regalan una de las mejores vistas de la zona: el paisaje del Campo de San Juan, donde se unen la geología y el paso del ser humano por la historia. Se trata de un lugar singular en la región: allí la naturaleza viva se convierte en artista para dibujar hermosos enclaves siempre en proceso de transformación.

Por su parte, las Cuevas del carrascal de Bajil, son más pequeñas que las de Zaén y muy difíciles de encontrar, como las cuevas de los Murciguillos y de la Iglesia, por lo que es recomendable acercarse con un guía experto. Aquí se encuentran oquedades o cavidades subterráneas que no entrañan gran dificultad pero rezuman belleza geológica. Además, en el cercano Cerro de las Víboras hay un yacimiento datado entre el 2.800 y el 1.400 a. de C. De él se han conservado restos de la época como viviendas, sepulcros, artículos defensivos, herramientas y artilugios caseros de los que llama especialmente la atención el dolmen funerario cuya presencia indica que hubo un algún líder importante para esta comunidad megalítica.

Si decides viajar en el tiempo y en el espacio, desde tu casa en La Manga Club hasta la prehistoria de estas cuevas, recuerda respetar siempre la naturaleza de la zona, seguir los senderos preestablecidos y no arrojar ningún tipo de basura. Te recomendamos, además, acudir en grupos reducidos y, habida cuenta del riesgo de desprendimientos y caídas en algunas de estas oquedades, hacer la visita siempre con mucha precaución en compañía de guías profesionales.

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