2000 años de historia y 3 culturas: los Baños de Alhama

Durante milenios, Murcia ha sido poblada por diversas culturas y los Baños de Alhama son una oportunidad única para ver cómo tres de ellas han interpretado la práctica social del baño a lo largo de la historia.

Construido por primera vez en algún momento del siglo I d.C. en este sitio puedes comparar ruinas romanas, islámicas y cristianas y analizar los distintos usos culturales que le han dado a esta infraestructura a lo largo de los siglos. Declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1983, este extraordinario homenaje al agua puede visitarse en el Museo Arqueológico Los Baños – Alhama de Murcia. Un completo recorrido con información fascinante para terminar con un agradable paseo por los jardines colindantes.

Las fuentes termales naturales que brotan en la superficie de la tierra justo en este punto geográfico, fueron determinantes para decidir la ubicación de los baños. En la época romana los manantiales inspiraron un diseño de dos espacios diferenciados. Una parte se dedicó a fines medicinales o terapéuticos aprovechando el poder de estas aguas relajantes, y la otra se diseñó como área lúdica o social para seguir los dictados de la moda de la época en la que se imponían varias piscinas de diferentes temperaturas.

Estas instalaciones fueron utilizadas hasta el siglo IV d.C. por los romanos, pero tras el declive del Imperio, fueron revividas nuevamente por otra cultura, la islámica. Poniendo el mismo énfasis en la importancia del baño, ampliaron las instalaciones y construyeron nuevas estructuras. De gran prestigio y reconocimiento en aquella época, los Baños de Alhama se hicieron famosos por sus aguas termales naturales.

Cuando la práctica del baño público cayó en desuso tras la Reconquista, el espacio fue prácticamente olvidado hasta que a mediados del siglo XIX adquirieron nueva notoriedad gracias a las necesidades de la imperante sociedad cristiana. Según los estándares sociales de la época, los Baños de Alhama resultaban ideales como spa terapéutico y brindaban servicios exclusivos a los huéspedes del hotel de lujo que se construyó encima. La clase profesional emergente y la burguesía de toda España llegaba hasta aquí atraída por tratamientos médicos que aprovechaban el poder restaurador del agua termal e intercalaban la terapia con reuniones sociales en las piscinas y baños de vapor recién inaugurados. Adicionalmente, se construyó una piscina para el uso exclusivo de los lugareños y de las personas más pobres de la sociedad.

Tras la Guerra Civil española, los Baños de Alhama nunca se volvieron a recuperar para su uso, pero su conservación ofrece la oportunidad de echar un vistazo a la variada historia cultural de Murcia. A menos de una hora en coche de tu propiedad en La Manga Club, puedes apreciar esta singular opción de turismo en Murcia que bien merece una visita, sobre todo porque hay una serie de otros sitios históricos que se pueden ver en la misma zona.