Si tienes la suerte de contar con una propiedad en La Manga Club ya sabrás que cerca de nuestro mundialmente conocido resort de golf la región murciana nos sorprende con tesoros de incalculable valor cultural. Allá por el año 711, arrancaba la ocupación musulmana de la Península Ibérica que se prolongó durante 500 años y ese hito histórico se recuerda cada año en numerosas localidades, en los incomparables “Festivales de Moros y Cristianos”. Murcia es uno de los enclaves de referencia para rememorar lo que comenzó como una lucha por el poder pero que se acabó convirtiendo en una auténtica guerra de religiones, durante la llamada Reconquista española librada del siglo VIII al XV. Marcando la diferencia, en Murcia no celebran victorias ni reproducen batallas sino que se centran en el proceso que culminó con la fundación de la ciudad. Si aún no has acudido, podrás disfrutar de pura historia en vivo durante la primera semana del próximo mes de septiembre.
Bajo el Califato de Córdoba, Murcia floreció cultural y económicamente, experimentando una expansión sin parangón que se hizo patente en auténticas obras maestras de la arquitectura de Al-Andalus pero también en un progreso sin procedentes de su comercio. Se establecieron diversas rutas de intercambio gracias a la proliferación de industrias de todo tipo: textiles, cerámicas o especializadas en trabajar el vidrio y el metal. La prosperidad murciana llamó la atención desde puntos geográficos tan diversos como el norte de África, la antigua Constantinopla y países como Francia o Alemania, que acabaron dejando huella en la composición heterogénea de la ciudad. En aquel momento, Murcia era una ciudad extremadamente rica y, tal era su éxito, que se convirtió en un auténtico modelo para todo el continente.
Como no podía ser de otra forma, la historia de la riqueza murciana y su importancia a lo largo de los siglos queda patente en el “Festival de Moros y Cristianos”, que no hace hincapié en la recuperación de la ciudad en 1266 sino en su fundación, con la simbólica entrega de las llaves en la Plaza del Cardenal Belluga como broche final. Las procesiones y actos previos rinden homenaje al papel que jugó Abderramán II en la creación de la ciudad y a otras personalidades imprescindibles como Alfonso X El Sabio, que fue clave para asegurarle a Murcia un futuro próspero en el marco del sur España. También ocupan su merecido lugar en la celebración gobernantes como Abeniyad, Ibn Mardanish, Fernando III y Jaime I; combatientes de ambos bandos como los Almorávides, los Almohades, los Caballeros Templarios, la Orden de Santiago y la de San Juan de Jerusalén; y mitos de renombre mundial como Ibn Arabí y Abul Abbas al Mursi, el murciano.
No se conoce con certeza cuándo comenzaron a celebrarse estos festivales, solo se sabe que en algunos puntos del país empezó a recrearse la contienda entre moros y cristianos incluso antes del final de la Reconquista de la Península Ibérica. Este sería el caso de Murcia y algunas fuentes concluyen que su primera fiesta data de 1426. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que el 17 de marzo de 1452 las tropas cristianas fueron conducidas por Alfonso Fajardo al Valle del Guadalentín, para enfrentarse a las comandadas por Abibdar. A pesar de ser superados en número, la victoria se inclinó del lado cristiano, con 800 bajas del bando musulmán y la captura de 400 prisioneros. Al ser el día de San Patricio, el Consejo de Murcia decidió nombrar a este santo patrono de la ciudad y el Reino ordenó celebraciones en su honor. Pasado el tiempo, se han ido añadiendo más elementos a estos festivales, para convertirse en una especie de representación teatral de las batallas entre moros y cristianos.
Aunque nunca ha dejado de celebrarse, desde 1983 en Murcia se ha recuperado la celebración de manera más oficial, para alzarse como un referente de gran renombre que lo ha llevado a ser declarada de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Pero a lo ancho y largo de la región murciana hay más “Festivales de Moros y Cristianos” declarados, en este caso, Fiestas de Interés Turístico Nacional: Alcoy, Bañeres, Callosa de Ensarriá, Crevillente, Petrel, Peñíscola, Villajoyosa y, más cerca aún de La Manga Club, Caravaca de la Cruz. La tradición de estos festivales ha rebasado incluso nuestras fronteras y también se celebran en países tan dispares como Filipinas, México, Guatemala, Perú o Colombia.
Y si las representaciones históricas no acaban de atraerte, no puedes obviar igualmente el “Festival de Moros y Cristianos” de Murcia porque tiene mucho más que ofrecer, a un paso de tu propiedad de La Manga Club. Anótalo bien, del 3 al 10 de septiembre tienes una cita en la ciudad porque tras la entrega de las llaves se ofrecen exquisiteces como gazpachos jumillanos, arroces, monas u otras sorpresas… ¿A qué esperas para descubrirlo?
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